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Posts Tagged ‘coproducción’

Hace ya un tiempo desde la entrada anterior de esta serie intermitente. Retomo la misma días después de un evento en el cual representantes de distintos gobiernos contaban experiencias nacionales alrededor de la co-producción, tras algunas de las cuales se adivinaba el principal de sus riesgos: el rapto ideológico de la co-producción de servicios públicos por las tesis neoliberales.

Valga como ejemplo ilustrativo de las mismas las expuestas por un país de la Europa del Este, ambas alrededor del área de la seguridad ciudadana. La primera de ellas, describía como parte de los medios técnicos para potenciar los niveles de seguridad en un área conflictiva eran aportados por los ciudadanos, que «voluntariamente» decidían incluir cámaras de vigilancia de su bloque de viviendas en la red de observación de la policía. La segunda de ellas, era la dotación de medios a partrullas ciudadanas autoconstituidas en grupos étnicos de difícil integración social para la vigilancia y desarrollo de otros servicios (e.g. limpieza). No es difícil adivinar, como ambas conducen a la creación de desigualdades en servicios públicos esenciales y a su rapto potencial por grupos de interés.

No sirve cualquier tipo de co-producción de servicios públicos. La orientación de la co-producción ha de ser de carácter social, guiada por tres principios:

  • Sostenibilidad económica, la continuidad revalorizada de los medios de los que se dote a las comunidades que colaboran con el gobierno en la prestación del servicio, especialmente en los esenciales. Si esta no puede asegurarse, no se ha de iniciar la co-producción.
  • Responsabilidad gubernamental, la co-producción no es un nuevo «rolling-back the frontiers» del Estado, se trata de abrir al ciudadano en la máquina administrativa. Pero la frontera del Estado, y la responsabilidad consecuente, sigue en el mismo sitio.
  • Inclusividad, los servicios esenciales han de seguir prestándose a todos, no hay limitaciones sobre su calidad y si esta no es la deseable, ejerciéndo el principio anterior el Estado debe recuperar los servicios en que se ha cedido ámbitos de responsabilidad.

En definitiva, la co-producción ha de ayudar a los Estados a hacer más con menos, pero no ha de primar sólo una versión economicista.

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Aunque hubiera antecedentes, me caben pocas dudas que,  si existe historia de esto del Gobierno Electrónico, el día cero del Gobierno Abierto pasará por ser el día siguiente de la toma de posesión del Presidente ObamaNo habían pasado veinticuatro horas cuando dió las órdenes ejecutivas que arrancaban la transición del obscurantismo al Gobierno Abierto abierto en los USA, y en un efecto arrastre en (al menos) todo el mundo occidental. Aunque parezca que todo comenzó hace mucho tiempo, fue hace poco más de año y medio. Es quizás tiempo de análisis, de tratar de identificar de modo sistemático los retos a los que estamos enfrentándonos.

Quizás los más importantes son los retos  globales a al concepto en sí. Particularmente creo que el más importante es su sostenibilidad.  La acción de las AAPP se basan en la legalidad, en la existencia un marco que les obliga a dar unos determinados servicios. Sin la existencia un marco legal, el impulso se agota. No vale un mero acuerdo de gobierno, que puede ser olvidado cuando el siguiente gobierno llegue. Baste para ello ver como la pata transaccional del Gobierno Electrónico sólo ha sido desarrollado de modo decidido cuando ha existido un marco legal que lo ha habilitado. De la mano del marco legal, es sólo cuando es posible mantener las dotaciones continuadas estables de recursos económicos y humanos que demanda la implantación del Gobierno Abierto, y disponer de una base para impulsar el cambio cultural entre los empleados públicos.

La transparencia se enfrenta al reto de la usabilidad. No se trata tan sólo de facilitar muchos datos en formato reutilizable, han de facilitarse herramientas eficientes de catalogación, cuidar la calidad de los datos y ser capaz de facilitarlos en el entorno temporal necesario. Un ejemplo de las dificultades de una implantación generalizada de la transparencia en un país se relata en la entrada «La Crisis de los Portales de Transparencia» de Gonlink.

Hacer efectiva la participación supone  resolver retos sociales y tecnológicos.  En primer lugar, rompiendo la inercia de las AAPP y la desconfianza de los colectivos sociales, buscando fórmulas que nos permitan integrarnos en las iniciativas de participación externas a nuestras sedes electrónicas, espatando posibles miedos orwellianos.  En segundo lugar, evitando el rapto por las élites, habilitando una participación transversal a la sociedad y no sólo de los más vociferantes y/o con ventajas socioeducativas.  Finalmente,  introduciendo tecnologías que permitan dar calidad a la participación, como filtrados automatizados que permitan un uso efectivo del crowdsourcing y registros electrónicos de la participación realizada como garantía a la ciudadanía.

En la colaboración o coproducción se presentan  interesantes retos procedimentales. Integrar en nuestros flujos de trabajo mecanismos de identificación de comunidades con las que construir servicios efectivos para la sociedad y aplicar nuevas fórmulas de adquisicion contraprestación de sus servicios mutuamente beneficiosas.

He dejado para el final las personas, empleados públicos y nuestros dirigentes políticos. La implantación del Gobierno Abierto sólo es posible con una actuación más autónoma de los empleados públicos de acuerdo a los principios del interés general.  Los modelos jerárquicos y de rígido control de la acción del funcionariado por la clase política difícilmente harán otra cosa que esclerotizar el concepto de Gobierno Abierto. Es necesario desarrollar un modelo de gestión de objetivos y actividades en las AAPP basado en la confianza entre dirigentes políticos y empleados públicos.

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La colaboración está enunciada como el tercero de los principios comúnmente aceptados de lo que es un Gobierno Abierto. Como todos los que compartimos ideas sobre este tema, mas de una vez he escrito sobre el tema. La naturaleza de esta colaboración es la que estamos empezando a perfilar hacia una competitividad en la creación de valor público.

En nuestro país, la colaboración social en la prestación de servicios de Gobierno Electrónico ha estado basada en esta competencia por la creación de valor público. La ineludible declaración anual del IRPF a través de las entidades finacieras o entidades locales colaboradoras de la AEAT, son el ejemplo en que se ha mirado la DGT para instaurar la tramitación de la licencia de conducción a través de los gabinetes médicos. Una colaboración social que dará lugar a la competencia en la intermediación al amparo de la habilitación a terceros introducida por la Ley 11/2007 y el RD 1671/2009. Una colaboración competitiva previa a la conceptualización del Gobierno Abierto.

La colaboración en la prestación de servicios de información pública de interés general da lugar también a escenarios de competencia por la creación de valor público.  En este caso entra en la competencia los sectores públicos y privados. Relatos de esta competencia en casos extremos como fué el terremoto chileno de Marzo de 2010 pueden encontrarse en Goblink y el Escritorio de Alejandro Barros.  Una competencia que da lugar a una ruptura del monopolio de las AAPP como fuente de información confiable. Carlos Guadian aludía hace no mucho al caso menos dramático de la información sobre el servicio de cercanías en Barcelona, y como desde fuera de lo público un sistema de incidencias basado en twitter había puesto en entredicho el valor de la información de la página oficial.

Pero en esta competencia en la creación de valor público aparecen nuevas paradojas. A una de ellas también se refería Carlos Guadian hace no mucho. Servicios públicos de valor añadido prestados por terceros que son canibalizados por el sector público. La licita competencia desleal contrapartida de la reutilización de la información del sector público. No es tan fácil ser un infomediario, para sobrevivir hay que saber crear un valor público no imitable por terceros ni asimilable por los rígidos esquemas de las AAPP. Las comunidades de ciudadanos que acceden a determinados servicios como Patient Opinion demuestran que esto es posible.

La colaboración deriva en una creación de valor público competitiva. Bienvenida sea si la competencia es en efectividad.

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Va para dos meses que publiqué la primera parte de esta entrada. El tiempo dejado  entre una y otra no ha sido intencionado, tan sólo ahora he encontrado alguna pista para seguir avanzando en la materia. Otra vez la misma viene del Reino Unido, de la mano de un documento corto y con un excelente resumen ejecutivo «The engagement ethic».

Breve recordatorio de qué perseguimos con la co-producción: Servicios públicos no sólo para los ciudadanos sino con los ciudadanos. Con ello obtenemos servicios más efectivos, pero también con una mayor base de legitimación.

Dejábamos el tema en la búsqueda de metodologías para aplicar las técnicas de co-producción de servicios públicos. El primer paso, identificar en qué servicios puede hacerse de la colaboración el eje de su diseño y producción, nos lo viene a resolver el documento mencionado. Estos servicios  los presenta caracterizados por:

  • Existencia de una comunidad clara de interesados
  • Crecimiento limitado dentro de la comunidad de interesados
  • La contribución de la comunidad es crítica para el exito del servicio
  • Existencia de relaciones de largo plazo
  • La comunidad tiene un claro interés en participar en el servicio

Hacer de una comunidad el eje de la co-producción de servicios, lleva a una segunda derivada. La co-producción puede tomar dos puntos de arranque de desarrollo:

  • Servicios mutualistas externos a las AAPP que son apoyados para su desarrollo
  • Identificar dentro de las AAPP servicios en que puede ser  efectivo incorporar a una comunidad para una prestación más efectiva

Por ir a ejemplos prácticos tanto de lo uno como de lo otro dentro del  Gobierno Electrónico. La iniciativa AbreDatos 2010 que se celebra en este fin de semana puede dar lugar a servicios iniciados en una comunidad. El servicio Red Trabaj@ ya mencionado en la primera parte de esta entrada es ejemplo de la incorporación de comunidades a la prestación de servicios públicos. Se trata en definitiva de primar la misión del organismo sobre el uso de la tecnología.

La fórmula de la co-producción está aún en sus primeros pasos. Pero puede ser la solución para revitalizar servicios con escaso nivel de satisfacción por parte de los ciudadanos. Por acabar de nuevo con un cita de Seth Godin,

Trying harder is impossible when you’re already trying as hard as you can. But you can always try different.

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Entre las muchas definiciones de Gobierno 2.0, una de mis favoritas es la dada por Gartner hace ya unos meses.

The use of IT to socialize and commoditize government services, processes and data.

En ella se aunan lo que, para mi, son las dos claves del Gobierno 2.0. De un  lado,  la tecnología como habilitadora de la colaboración. De otro lado, la  co-producción de servicios como objetivo de esa colaboración.

Sobre la tecnología como habilitadora de la colaboración, es sencillo encontrar múltiples referencias. Los medios sociales han alcanzado la ubicuidad dentro de nuestras relaciones y como herramienta de auto-organización. Libros, bitácoras, artículos, … uno puede encontrar cualquier información al respecto con el nivel de detalle que necesite.

No sucede los mismo al respecto de la co-producción, es por ello que creo conviene difundir referencias como «The Challenge of Co-Production».  El artículo (largo) es un magnífico desarrollo de qué es la co-producción y sus ventajas, al que quizás sólo le falte el detalle de cómo aplicarla. El planteamiento de partida es la co-producción como una evolución del modelo de prestación de servicios en la sociedad del bienestar resultado del aprendizaje de los errores cometidos en la implantación del modelo de nueva gestión pública. Se trata de crear una sociedad más equitativa atacando las causas de la desigualdad sobre la base de un nuevo modelo en las relaciones entre gobierno y ciudadano.

Las implicaciones de la co-producción como eje del desarrollo de los servicios prestados por las Administraciones Públicas, queda clara en la definición que aparece en el aludido artículo.

Co-production means delivering public services in an equal and reciprocal relationship between professionals, people using services, their families and their neighbours. Where activities are co-produced in this way, both services and neighbourhoods become far more effective agents of change.

La co-producción conlleva la transformación de la Administración mediante el establecimiento de una relación de partenariado con la sociedad, dando lugar a servicios más sostenibles al apoyarse en la ciudadanía como fuente inagotable de recursos. Se trata, pués, de una nueva vía frente al exceso de optimización basada en la pura eficiencia y la mejora de servicios apoyada en un utópico crecimiento económico indefinido.

Faltan las metodologías que nos sirvan para poner sistemáticamente en marcha la co-producción como herramienta habitual de trabajo.  Ello sólo podrá ser el resultado de ir aprendiendo de experiencias. Uno de ellos es la Red Trabaj@.  Y sobre todo, como dice Seth Godin, aprender de equivocarnos continuamente.

The problem is that you can’t have good ideas unless you’re willing to generate a lot of bad ones.

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Soy anglófilo, lo he sido toda mi vida. Se que está confesión puede resultar rara en alguien que utiliza un seudónimo de pedigrí revolucionario, pero conviene recordar que Gran Bretaña fue la nación que nos dió a ese bendito heterodoxo llamado George Orwell. Y mi anglofilia crece desde que me intereso por esto del Gobierno Electrónico. Crecimiento que se vio acelerado hace unas semanas cuando asistí a un evento dónde estaban presentes las últimas tendencias que nos vienen de las islas.

Puedo estar equivocado, pero las páginas de nuestro futuro se escriben en lengua inglesa y con el papel del Cabinet Office. El que aún lo dude, que eche un vistazo  a la versión final del report «The Power of Information», cuya primera recomendación es difícil imaginable en otras latitudes:

Public servants should take part in online peer support forums as a matter of course. Public bodies should investigate and publish lists of the major forums in their areas of responsibility and engage with these following a published plan. A cross-governmental list and set of Departmental plans should be published by the Cabinet Office by Q3 2009 with a follow up report on progress in Q1 2010.  This builds on the enabling work advised by the Taskforce on the publication of social media guidance for or civil servants.

Cultura 2.0 en estado puro que me llevo de lectura piadosa para estas fechas de penitencia. Pero no era esta historia la que quería contar, sino la bella historia del voluntariado TIC en que se apoya «Social Innovation Camp». Una historia de coproducción de servicios públicos electrónicos con lo social como matiz diferenciador de otras similares («Show us a better way» , «Rewired State», …).

«Social Innovation Camp» se define como un experimento para la creación de innovación social en la era digital. Tras esa declaración de principio se esconde un proceso incubador de microservicios públicos electrónicos, que pretende hacer frente al desajuste entre la oferta de servicios por parte del gobierno y la demanda de los ciudadanos. El sistema es sencillo:

  • Concursos de ideas para que los ciudadanos expresen que necesitan
  • Selección de las mejores ideas aportadas
  • Organización de jornadas de fin de semana dónde aquellos que aportan ideas son puestos en contacto con voluntarios que ayudan a perfilar y prototipar los mismos

La creación de un base de voluntariado TIC facilitar el desarrollo de servicios electrónicos con valor social, se gestiona a través de la empresa social creadora de la iniciativa. Para cada campamento  selecciona de entre los perfiles que dispone a aquellos que considera pueden aportar más valor.

Ejemplos de resultados en distinto estado de puesta en producción son:

  • Accescity: Sistema de información sobre accesibilidad en el transporte basado en la aportación de la ciudadanía
  • Support my parent: Punto de reunión de oferta de cuidadores sociales con demanda de hijos que por diversas razones no pueden atender a sus padres como desearían.

Me resulta difícil pensar que en España se llegara a las 10 personas que se presentaran voluntarias para perder un fin de semana en estos asuntos. Reconozco, no ,que podría estar equivocado. Dejo para resolver la incógnita abierta la pregunta: ¿Estarías dispuesto a ser voluntario TIC y colaborar en la producción de microservicios?

El análisis de resultados y consecuencias, a la vuelta de vacaciones.


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