Este blog se ocupa del Gobierno Electrónico en las Políticas Públicas y …, bueno ya se irá viendo. En general, serán temas variados alrededor de la vida en la Administración.
El iniciador del blog firma con el seudónimo de Andrés Nin Pérez. Es un homenaje a un hombre que se enfrentó a los totalitarismos fascista y estalinista en las primeras décadas del siglo XX, que supo morir de píe antes que traicionar sus ideas, un ejemplo del valor y riesgo de la heterodoxia intelectual. Otros muchos heterodoxos podían haber sido los que le prestarán su nombre a este funcionario: George Orwell, Julián Gorkin, Arthur Koestler, …
El uso de seudónimo por parte del iniciador del blog es, entre otras cosas, para remarcar el carácter personal de las opiniones del autor, no ligadas a su actividad profesional.
Además de Andrés Nin Pérez, otros autores contribuyen de modo esporádico. Cada uno de ellos lo hace con absoluta libertad y responsabilizándose de sus puntos de vista y opiniones. Las opiniones que cada uno de ellos vierte son estrictamente personales.
La información que se publique tendrá en cuenta la libertad de expresión aunque será siempre respetuosa con la dignidad y honor de las personas aludidas y nunca contendrá afirmaciones contrarias a los principios democráticos. En todo caso, la responsabilidad que se derive de las opiniones vertidas por los autores de las entradas o de los que las comenten y sean finalmente moderadas, no podrá ser exigida sino a los autores de las mismas.
El eterno dilema: ¿es mejor usar seudónimo, de forma que uno se sienta con mayor libertad para decir sin miedo lo que realmente piensa, o es mejor adoptar identidad real, de modo que aquello que dice sea respaldado por su persona?
Que conste que un miedoso compulsivo como yo soy debería haber optado por la primera, y sin embargo he optado por la segunda…
Este comentario de repente me suena a que te parece que me he pasado en alguna entrada. El seudónimo y el anonimato de la autoría tiene miles de razones y se podrían escribir tesis doctorales al respecto.
Puedo hablar de las mias. Distanciarme de mi mismo, poder volcar opiniones personales sobre asuntos profesionales que me rondan y al mismo tiempo compartirlos, vencer la inseguridad y la duda mediante el debate entre iguales en este mundo jerarquizado que nos rodea. Lo bueno de la blogosfera pública es que los niveles desaparecen y las estructuras de mando se difuminan. Ello ayuda infinitamente a que las ideas afloren en este mundo tan endogámico y cerrado.
Bueno. Y también, robando la cita, «porque me siento vulgar al bajar de este escenario».
[…] (especialmente interesantes son la discusión al respecto en Apuntes electrónicos, el blog de Andrés Nin, y el artículo de Felix Serrano en […]